sábado, 10 de agosto de 2013

Espera a la Primavera...




Las flores nos regalan sus colores. Los animalitos salen de sus madrigueras para ponerse exhibicionistas y recordarnos que a pesar de que son gordos, peludos y no se bañan, ellos sí encontraron el amor. Los pajaritos cantan con singular alegría. Las mariposas bailan el harlem shake y las mujeres podemos usar hermosos vestidos porque el sol brilla… bueno, el sol brilla de 9:00 a 11:00. Como a las 12:00 llega una insoportable ola de calor  y a las 16:00 se nubla, pero sólo 15 minutos. A las 16:15 cae una tormenta y a las 16:30 se puede sentir el viento frío del sur. Si te pusiste sandalias, ten por seguro que hará frío. Bastante frío. Un frío como nunca lo habías imaginado. Si decidiste usar botas para lluvia, el sol brillará con todas sus fuerzas.
Las tiendas venden ropa para primavera, verano, otoño e invierno, pero no nos preparan para experimentar las cuatro estaciones en un mismo día. Nos vemos obligados a adoptar el terrible sistema de vestimenta por capas, que, consiste en usar el mismo día absolutamente toda nuestra ropa, prenda sobre prenda.
Para poder adaptarnos a cualquier condición climática, esta primavera podemos delimitar tres capas básicas a la hora de vestirnos:
 La primera capa. Es la que nos salvará del calor, puede ser una camiseta ligera de algodón o un lindo vestido primaveral, en el caso de las mujeres (o como ustedes gusten, hombres. Yo no los limito).
La segunda capa. Es la que nos protegerá de la lluvia, el viento y el granizo. Recomiendo un traje de buceo de neopreno.
La tercera capa. Es, térmicamente, la más aislante, como un suéter o un abrigo. Lo más probable es que pases medio día cargando esta prenda y lamentando la hora en que decidiste llevarla, así que procura que tenga un peso medio. De ser posible, lleva contigo un carrito de cartonero donde puedas ir colocando las prendas de ropa que te vayas quitando a lo largo del día.

Es cierto que el sistema de vestimenta por capas, es la única manera de conseguir el mejor rendimiento de nuestras prendas en cualquier situación, pero tiene un inconveniente imperdonable: Llevar 30 prendas encima, nos hace lucir gordos. En la edad de piedra, cuando era difícil conseguir comida, verse gordo era sexy. No había cosa más deseable que tener una despensa adiposa para los tiempos de hambre, pero hoy hay un kiosco en cada esquina y ya nadie quiere verse como si llevara el disfraz del dinosaurio barney encima, así que por este medio, le suplico de la manera más atenta a los diseñadores de la moda que empiecen a diseñar ropa térmico-impermeable-transpirable con mangas y cuello de tortuga removibles. Mientras eso no suceda, seguiremos desperdiciando nuestra juventud y belleza, reflexionando frente al armario, barajando cuántas capas de ropa debemos ponernos, y cuando por fin hayamos encontrado la combinación perfecta, será invierno de nuevo y necesitaremos una nueva estrategia.



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