miércoles, 1 de enero de 2014

Brindis

Les deseo que no se corten el dedo con el filo de una hoja. 
Que no se le vaya la luz cuando llueve. Que les llueva. 
Que todo lo que pierdan sea reemplazable, y si no, que agradezcan que lo tuvieron por un tiempo. 
Que la violencia no los alcance nunca. 
Que se acuerden siempre de que están vivos porque sus papás los alimentaron de chiquitos, y tener dos piernas que funcionan es un milagro. 
Que encuentren música nueva que amen. 
Que dejen ir. 
Que no se peguen en el dedo chiquito del pie contra la esquina de la cama. 
Que duerman. 
Que encuentren rápidamente las llaves cuando ya tienen que irse o entrar. 
Que si aman, lo hagan en serio. Que si no aman, también. 
Que alguien sea feliz cuando los vea bailar. 
Que si su trabajo no está tan bueno, encuentren tiempo para hacer lo que sí está bueno. 
Que regresen a donde pertenecen. Que sepan dónde está su hogar. 
Que puedan contar con al menos tres dedos a la gente importante en su vida.
Que tengan todo preparado por si se mueren pronto. 
Que no pierdan las tapitas de sus zapatos. Que tengan zapatos. 
Que coman para vivir. Que no se les queme la comida ni sea incomible.
Que tengan una estrella, un planeta, un dinosaurio, un color, una fruta, un poema y un libro favoritos. Mínimo. 
Que pongan atención a todo. Que se asombren de todo. 
Que sepan que no lo saben todo y que eso es un privilegio. 
Que atesoren la respiración. 
Que les guste mucho algún animal. Que lo cuiden. 
Que agradezcan su vida a los árboles. 
Que no se les caiga el cabello. 
Que cuiden sus pies. 
Que no les duela la columna. 
Que recuerden detalles tontos y olviden algunos importantes. 
Que no se les destemplen los dientes. 
Que se sientan tristes a veces y realmente enojados otras, para que tomen acción. 
Que puedan comer poquita azúcar. 
Que no les hagan un corte de cabello bien feo. 
Que tengan alguien a quien siempre van a extrañar. 
Que no choquen nunca, nunca. 
Que encuentren ilustraciones maravillosas. 
Que ayuden cuando puedan. 
Que se maquillen por el mero arte. 
Que mientras vivan, quieran vivir. 
Que se sepan humanos y pasajeros. 
Que sientan poquito miedo de fantasmas. 
Que reconozcan la falsa adulación. 
Que compren una joya pequeña. 
Que le entiendan al iTunes. 
Que no le caiga café a su compu. 
Que no pierdan sus archivos o el celular sin haber bajado las fotos. 
Que tengan siempre un ahorro para emergencias. Que nunca tengan que usarlo. 
Que tengan un libro que no quieren terminar de leer. 
Que salgan bien en las fotos. Que si no, no las borren. 
Que no dejen para nunca lo que pueden hacer hoy. 
Que entiendan las matemáticas. 
Que regalen lo que ya no usan aunque nunca lo hayan estrenado. 
Que reconozcan el canto de, al menos, un ave. 
Que no les duelan las rodillas. 
Que viajen en tren.




sábado, 21 de diciembre de 2013

Nos hace falta disfrutar


Que Papá Noel, el Viejo Pascuero, San Nicolás  o Santa Claus, que los regalos, que las compras, que el estrés...
Que no en todas partes hay nieve, que los gringos nos disfrazan su capitalismo, que nos dejamos engañar, que ¡nooo!, que el estrés...
Que es el cumpleaños de Cristo, que hay que pasarlo en familia, que la cena perfecta, que la misa, que estamos atrasados, que el estrés...
Que no creo en la Navidad, que todos los días son para estar en familia, que soy agnóstico, que pero "qué cosas estás diciendo"; "que cómo dices eso", que el estrés...
Todos tienen sus "buenas razones" para estresarse, mientras la programación televisiva sigue transmitiendo los "valores" de la Blanca Navidad, con un Macaulay Culkin cuando era inocente y Los Simpsons cantando villancicos en idioma universal.
Un verdadero caos, envuelto en contradicciones y caridades con fecha de inicio-término, la misma fecha que nos impone el calendario para recordarnos que tenemos que ser felices y bueno, buenos.
¡Boom!
Nuestro estado de inconsciente ceguera nos lleva a "recapacitar" en determinados periodos del año el "cómo actuar", y al parecer el ¿Por qué?, será una eterna interrogante de los misterios humanos.
Dar clases de espiritualidad navideña no es precisamente mi intención, ni siquiera me importa, pero que aunque así seamos incapaces de valorar las modificaciones festivas que nos brinda el calendario romano y negarnos a la química positiva que puede rescatarse en una "Noche Buena", me parece una fútil revelación.
El fenómeno de la Navidad es un espectáculo curioso del que realmente nadie está obligado a participar, probablemente cuando entendamos esto, quizás podamos disfrutar la vida o estas fechas con sana espontaneidad.

No es menos cierto que esta puede ser una última navidad, no es menos cierto que todos los días del año pueden ser un día especial, no es menos cierto que estamos drogados en capitalismo y frivolidad, no es menos cierto que Papá Noel discrimina y no llega a todos los hogares de verdad, no es menos cierto que nos hace falta "despertar" y disfrutar.

domingo, 6 de octubre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

La Felicidad Humana



Texto del discurso pronunciado por José Mujica, Presidente de la República Oriental del Uruguay, en la cumbre Río+20

Conferencia de Naciones Unidas por el desarrollo sustentable 
20 de junio de 2012
Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias a la buena fe que, seguramente, han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discusión? Porque hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.Gracias.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Teresa Wilms Montt

Solo algunos saben de su existencia. Poco o nada se ha hablado de esta rupturista e intensa poeta chilena. Teresa Wilms Montt, una mujer que supo conjugar la palabra autenticidad, gritar y recitar toda su pasión e intensidad. La perra, la puta, la santa, heroína por estos días... pero jamás apta para señoritas.


Aquí les comparto algunas frases de Teresa que reflejan su intensa y corta vida:

“Las mujeres somos vehementes, y por eso inconstantes. El hombre es mil veces mejor organizado; ellos esperan. Cuando un ser femenino desea una cosa vive, agoniza, muere por conseguirla. Y en su cabeza no hay otro pensamiento. Cuando lo consiguen vienen casi inmediatamente el hastío y el desencanto. Nosotras somos locas insaciables de ideales, y uno tras otro, sin descanso ni tregua hasta que la vejez pone término al fuego de la imaginación y de la fantasía.”
"Soy el erotismo, ¡ven!"
“Me voy para no volver jamás. Iré donde no pueda perseguirme el dolor y desengaño. Jamás pensé, ni en el delirio inmenso de mi dolor, que nuestro amor tendría un fin así. Mi pluma tiembla en la mano de rubor, mi corazón llora con el llanto de un criminal cobarde ante el patíbulo. No sé de mi existencia más que por un profundo sentimiento de hastío. ¡Sí, me voy. Ya no espero nada! Seré un autómata, seré una miserable ruina ambulante, seré una maldición viva.”
"Sólo existe una verdad tan grande como el sol: la muerte."
 "Tengo más cerebro que corazón, escribo para desprenderme de todo sentimiento"
“Sufro un extraño mal que hiere narcotizando; mal de amores, de incomprendidas grandezas, de infinitos ideales. Mal que me incita a vivir en otro corazón, para descansar de la ruda tarea de sentirme viva dentro de mí misma.”
“Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había” 
"Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la tuya. Yo también tuve el privilegio de ser mujer. Es difícil ser mujer en este mundo. Tú lo sabes mejor que nadie. Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida. Destilé mujer. Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo. 
Cuando me dieron la espalda, yo di la cara. 
Cuando me dejaron sola, di compañía. 
Cuando quisieron matarme, di vida. 
Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad. 
Cuando me amaban sin amor, yo di más amor. 
Cuando trataron de callarme, grité. 
Cuando me golpearon, contesté. 
Fui crucificada, muerta y sepultada por mi familia y la sociedad. Nací cien años antes que tú y sin embargo te veo igual a mí. Soy Teresa Wilms Montt, y no soy apta para señoritas".