Excusas que recurrimos a lo que sea para evitarlos o por un poco de atención. ¿Quién no la ha aplicado alguna vez? Y Con excusas no me refiero sólo a "engaños" para evitar salir con alguien, sino también a frases que le decimos al otro cuando queremos "acción". Las más típicas son:
¿Cómo no lo voy a aceptar en
Facebook si él me envió la solicitud de amistad? Excusa barata, lo aceptamos sólo porque es un
"posible candidato" a algo más. Perfectamente "ignoramos"
la solicitud de la panadería del barrio y la del tipo que encontramos feo.
Me duele la cabeza. Convertida en un clásico de la mentira. Es cierto que
siempre hay analgésicos, pero tengo que reconocer que a veces es cierto que
duele mucho.
Me siento pésimo. Igual que el dolor de cabeza, siempre se puede
solucionar con alguna pastilla y un poco de voluntad.
No eres tú, soy yo. Vale para ambos sexos y es también una de las clásicas.
Aparece en la literatura y en las películas y a la mayoría nos ha pasado alguna
vez (aunque juremos que nunca diríamos esas palabras por "baratas" ).
No estoy preparada para encarar
una relación seria. Esta se hace
común cuando no sabemos cómo sacarnos al tipo de encima. Le decimos eso y a la
semana aparecemos muy de novias con el que sí nos interesaba, pobre hombre.
No puedo salir, se me enfermó
el perro. Ni siquiera tenemos
perro.
No salgo con gente del trabajo. Esta, más que excusa, es precaución. No es bueno
mezclar las responsabilidades con el amor, nunca salen muy bien las cosas
cuando tienes que ver al tipo todo el día, todos los días.
Fui al dentista y no puedo ni
hablar. Como si nos sacaran muelas
cada vez que vamos al odontólogo.
Te quiero como amigo. Otra clásica.
Y la última, tengo novio o estoy saliendo
con alguien. Ese sujeto invisible
que nos inventamos para evitar cualquier tipo de relación con quien nos
persigue.